En vista de que esa escena estaba centrada en el personaje que interpretaba Emilia Clarke -Daenerys Targaryen- y que la taza en cuestión se encontraba justo enfrente suyo, no tardó en especularse con la posibilidad de que ella la hubiera dejado allí y que lo hubiera hecho además a propósito, como una especie de broma pesada o experimento para descubrir si alguien se percataba de su presencia antes de que se emitiera el capítulo.

Tras varios meses tratando de defender en cada una de sus apariciones públicas el controvertido cierre de la serie y quitar importancia al desliz del vaso, a sus protagonistas parece habérseles agotado tanto la paciencia como las ganas de ser diplomáticos, al menos en el caso de Emilia. Desde luego, a ella no le ha temblado el pulso a la hora de arrojar a los leones a uno de sus compañeros de reparto, Conleth Hill, para dejar claro que fue el responsable de esa épica metida de pata.