Quiero dedicarme a la felicidad de la gente, así que me esforzaré para llegar a ese punto mientras voy adquiriendo más experiencia

Fueron las palabras que la entonces princesa heredera de Japón pronunció en su cumpleaños número 55, el pasado 9 de diciembre, con lo que se pudo comprender la idea que tenía de cara a la entronización de su esposo Naruhito, con lo que ella también debe desempeñar una función dictada hace miles de años.
A ciencia cierta no se sabe qué provoca la depresión de la actual emperatriz consorte, sin embargo, muchos apuntan a que fue causada por la extrema presión que tenía por darle un heredero a la corona, que tiene estrictas normas, entre otras, la exclusión de las mujeres de la línea sucesoria o que las expulsan si se casan fuera del círculo de realeza. Algo que nadie trata de cambiar.