Revelan nexo de Sandra Cobián, fallecida el fin de semana, con hermanos Bichir

Sandra Cobián Bichir —de 39 años y sobrina (una fuente cercana a la familia confirmó el parentesco) de Demian, Bruno y Odiseo Bichir—siempre se sintió amada por sus tíos y con todo su respaldo cuando decidió también convertirse en actriz; incluso fue impulsada por el patriarca de la dinastía, Alejandro, quién la dirigió en la puesta en escena El último preso.

Cobián perdió la vida en un accidente automovilístico en Ciudad Lerdo, Durango, su amiga, la intérprete Nadia —integrante de la quinta generación de La Academia—, que la consideraba su hermana, ya que profesaban desde hace 10 años la misma religión: el Cristianismo, contó a Quién la cercanía que la actriz tenía con el trío Bichir, al que, le dijo, admiraba.

“Algunas veces platicamos de Demian, cuando estuvo nominada al Oscar, me contaba anécdotas lindas entre ella y su familia, que la querían mucho”, comentó Nadia en entrevista telefónica.

Tan cercanas eran Nadia y Sandra, que incluso “rezábamos juntas” para encontrar al hombre adecuado para sus vidas: “En la congregación Semilla de Mostaza, la mayoría cuida mucho el corazón y decidimos esperar, fue largo, y compartimos que ya queríamos que nos los enviaran y se volvió un chiste entre nosotras”.

Sin embargo, Cobián si halló a su pareja: “Me contó que ya se iba a casar, me invitó a su boda, fue una alegría muy grande saber que Dios le había mandado al amor de su vida. Isaí es también de la iglesia y ahora estamos orando por él, porque son tiempos muy difíciles, es un dolor muy grande”, comentó.

Las dos mujeres tuvieron su primer encuentro en la iglesia que fundó María del Sol y en la que el pastor es Fermín IV, de Control Machete; con ese lazo tan fuerte, que la cantante insistió era de hermandad, luego de reflexionar, compartió cómo recordará a Sandra, de quién aún sigue sin creer que ya no se encuentre en este plano físico.

“Era muy joven y talentosa, lo que más recuerdo es que siempre estaba con una sonrisa, incluso en los momentos tristes, aún con lágrimas en los ojos, no la perdía; otra de las cosas que le admiraba, era su capacidad de perdonar, de hacer borrón y cuenta nueva. Tenía una enorme capacidad de amar y siempre tuvo un espíritu muy teatral, la vamos a extrañar”, aceptó Nadia.