John Early responde desde Los Ángeles, en medio de tareas del hogar. “Estoy en mi casa, limpiando como un loco”, confiesa entre risas mientras se prepara para recibir a su hermana, quien lo acompañará a la premiere de Eternity. Imaginar esa escena contrasta con la dimensión metafísica de la cinta en la que participa. Pero ese contraste, parece, es esencial para entenderlo: vive entre la risa y la contemplación, el humor y la ternura inesperada.
Early interpreta a Ryan, una suerte de coordinador del más allá que ayuda a las almas a decidir dónde pasar la eternidad. “Cada vez que intentaba pensar en la parte metafísica, se me cruzaban los ojos”, admite. Sin embargo, su personaje funciona para él como un recordatorio de que incluso en el limbo hay burocracia, humanidad y humor. “Creo que ha elegido una vida de servicio… siempre tiene su portapapeles”, dice, convencido de que su personaje encuentra refugio en el acto de trabajar y no pensar demasiado en las preguntas existenciales.