Mariana y Santiago, la fortuna de hacer cine entre "Arriagas"
Tras su paso por festivales y con cuatro nominaciones a los premios Ariel, A cielo abierto, la ópera prima de los Arriaga, tendrá su estreno comercial.
La sección Horizontes del Festival de Cine de Venecia, es donde se reúne el trabajo de cineastas con una mirada amplia y vanguardista sobre las narrativas y el lenguaje cinematográfico. En 2023, ahí estaban Mariana y Santiago Arriaga frente a la adrenalina de la primera vez en una premier mundial.
A cielo abierto, su ópera prima como codirectores, arrancaba su recorrido internacional que ahora llega a su etapa final con su arribo a las salas comerciales del país el próximo 17 de octubre.
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La emoción -dice Santiago- cambia. “Siento que una vez que estrenas la película ya oficialmente te deja de pertenecer a ti, le pertenece al público. Es como ver a tus hijos irse de la casa”. Esta última expresión resulta peculiar cuando añadimos la capa de contexto. Los directores en cuestión son hijos del aclamado escritor, guionista y cineasta Guillermo Arriaga y quien para este proyecto también funge como guionista a partir de un relato suyo de los años 90 y productor.
A cielo abierto, cuenta la historia de dos hermanos adolescentes que emprenden un viaje por carretera hasta la frontera entre México y Estados Unidos en busca de venganza por la muerte de su padre, quien perdió la vida en un accidente automovilístico.
“A CIELO ABIERTO ES SOBRE NUESTROS MUNDOS. ES UNA PELÍCULA DE HERMANOS, DE LOS 90 Y DEL DESIERTO QUE ES UNA COSA QUE COMPARTIMOS EN FAMILIA”.
En Mariana el sentimiento es todo lo opuesto al duelo. “Me emociona mucho que pueda llegar a una audiencia mexicana, crecimos y nos formamos acá, la cinta habla de un México en los noventas, que es la época en la que nos tocó ser niños y viajar por las carreteras”.
La cinta los llevó desde Venecia, Huelva o Morelia y hasta tener cuatro nominaciones a los premios Ariel, entre ellos la categoría de Mejor Ópera Prima. “Lo interesante es que hemos conocido bastante gente en este camino, desde los que participaron en el proyecto hasta audiencias con la que nos hemos ido encontrando en festivales; tuvimos el privilegio de irnos a Argentina a trabajar con gente muy profesional y la fortuna de filmar en Coahuila, un estado al que vamos año con año con gente que ya conocíamos y conocer a más”, comenta Mariana.
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Mariana y Santiago han crecido a la par del desarrollo del cine Méxicano. Su padre, el escritor, guionista, cineasta y productor Guillermo Arriaga ha participado en proyectos cinematográficos desde finales de los años 90. Para sus hijos, la incursión en esta industria parecía parte de un destino. ¿Cómo lidian estos hermanos con la figura de su padre en esta era en la que el surgió el concepto “nepo babys”?
“Sabe muy bien delimitar donde guiarnos y donde dejar y también descubrimos, porque este es un guión que escribió hace 30 años, los miedos que tenía y los temas que lo perseguían en ese momento y podemos ver un un cambio”.
“Los doctores tienen hijos doctores, los abogados tienen hijos que son abogados, los zapateros… es una cosa de oficio que creo que en México, a lo largo de la historia se han repetido, mucho las familias que hacen cine. Más allá de verlo como que nuestro papá nos ha puesto en la cima del mundo que no es así, el cine es una disciplina donde te esfuerzas y trabajas o te hundes, digo, nacimos en una casa donde se hacía cine literatura y creo que eso ayudó, a que nosotros también quisiéramos adentrarnos en este mundo, pero sin rigor y sin trabajo no. No todos los hijos de cineastas están ahí”, dice Santiago.
Para Mariana ese peso llega del exterior. “A nosotros no nos pesa, al revés, es fascinante poder colaborar en familia, a veces uno se va de casa por mucho tiempo y aquí podemos compartir y colaborar entre todos, o sea, al final sí es una colaboración y más allá de un peso es una fortuna”.
Esta no es la primera ocasión en la que los hermanos Arriaga comparten el crédito de dirección y su colaboración, aseguran, fluye sin contratiempos. Los planes de codirigir permanecen intactos. “Me quedo con muchas ganas de seguir haciendo películas. Mi mayor aprendizaje es que el cine te lleva a los lugares que menos te esperarías”, concluye Santiago.