Es una realidad que hoy en día, nos enfrentamos a estándares de belleza muy estrictos y en muchos casos irreales. Esto puede llevar (y está llevando) a muchas personas a sentir cierta frustración ante su imagen reflejada en el espejo. Incluso la obsesión de cambiar nuestra apariencia física de manera drástica se ha vuelto el pan de cada día y hay quienes incluso con todos los cambios a los que se han sometido, siguen sintiendo carencia de belleza.
Eso lleva a las personas a continuar buscando algo exterior que les brinde la belleza que buscan. Y aunque hay muchos productos, técnicas y cirugías para mejorar y embellecer aún más muchos aspectos de nuestro físico, también es cierto que ninguno de ellos cumplirán las expectativas de alguien que se percibe negativamente. Si este es tu caso, no te preocupes que aquí tenemos estos 5 pasos para entrenar tu mente a transformar y rediseñar tu auto-percepción:
1. Identifica cuales son tus estándares personales de belleza:
Es importante que tengas consciencia desde dónde estás midiendo y qué significa para ti la belleza, pues puede ser muy diferente para alguien más. Una vez que hayas identificado esto, cuestiona si esto realmente viene de tus creencias personales o si está basado en lo que está estipulado como belleza al día de hoy socialmente. Hazte la siguiente pregunta: ¿Qué tanto de la definición que tengo de 'la belleza' es mío y qué tanto es por opiniones de los demás?

2. Toma consciencia de tu diálogo interior y exterior:
Lo que nos decimos a nosotrxs mismxs juega un papel muy importante en nuestra auto-percepción. Pon atención a cómo te hablas constantemente. Quizá te des cuenta de que mucho de lo que te dices no es necesariamente lo ideal. Muchas veces lo hacemos inconscientemente y de manera automática y esto es un foco rojo. Ya estamos programadxs mentalmente a la autocrítica. Ya sabemos que inevitablemente lo que hacemos, pensamos y decimos es lo que crea nuestra realidad y por ende es importante empezar a hablarnos de manera enriquecedora y edificante.
En cuanto al diálogo exterior (que es igual de importante) pongamos más atención a cómo nos expresamos de nosotrxs mismxs con los demás. ¿Cuántas veces te ha pasado que alguien te dice algo agradable de tu físico, por ejemplo, el pelo, y tu respuesta automática es algo parecido a : ''Ay gracias, pero lo tengo muy seco '' ''Me ves con ojos de amor, lo tengo horrible'' etc. Otros ejemplos son: ''Estoy bien gorda o bien flaca'', ''Tengo la piel muy fea'', ''No sabes lo que odio mis labios delgados o gruesos'' etc.