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La entrevista a Francisco Toledo que Quién le realizó en su natal Oaxaca

A modo de homenaje, en Quién recordamos la entrevista que le realizamos al artista plástico en su tierra natal hace algunos años.
sáb 07 septiembre 2019 11:32 AM
Francisco Toledo
Francisco Toledo

El artista plástico Francisco Toledo murió a los 79 años, a causa del cáncer de pulmón que padecía, confirmaron familiares, Toledo permaneció en su casa de Oaxaca hasta su último respiro. A modo de homenaje, en Quién recordamos la entrevista que le realizamos en su tierra natal hace algunos años.

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Apoyado por el gobierno de Oaxaca, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y algunos particulares, convirtió la antigua fábrica hidroeléctrica de San Agustín. Etla, en un talles donde se produce papel de alta calidad para los grabados. Además de utilizar técnicas artesanales no contaminantes, con esta acción el artista crea nuevas fuentes de trabajo para la comunidad e impulsa programas de apoyo cultural y de reforestación, incluyendo un vivero.

Su respaldo ha sido pieza fundamental para la creación del Museo de Artes Gráficas (IAGO), el Museo de Arte Manuel Álvarez Bravo, la Biblioteca Francisco de Burgoa y la organización PRO-OAX, que protege el patrimonio ambiental del Estado. En Oaxaca se siente por todos lados la presencia de Francisco Toledo. Su obra está en los cafés, en las universidades y en las instituciones culturales.

Francisco Toledo
Francisco Toledo

Aunque no le gusta llamar la atención, todos en la región, hablan de él, seguramente porque reconocen su apoyo a las bellas artes del pueblo de México. Conocer a Toledo fue un verdadero reto para el equipo de Quién. Lo que ya sabíamos de él es que es hermético para hablar de su obra y de su vida, pero también es un hombre generoso con los artistas jóvenes y muy sencillo en su trato con la gente de su adorada Oaxaca.

La obra de Toledo integrada por fotografías, pinturas y grabados sobre el papel, conchas de ostión o tortuga, hueso, piedra, cerámica y piel de animal, está plagada de erotismo, humor y animales mitológicos. Sus creaciones, tan polémicas como él mismo, se conocen en Europa por lo menos desde hace 20 años, y más ahora, a partir de las muestras retrospectivas que se presentaron recientemente en la galería Whitechapel de Londres y el Museo Reina Sofía de Madrid.

Francisco Toledo
Francisco Toledo

Descendiente de indígenas zapotecas, Francisco Benjamin López Toledo empezó a dibujar desde que era niño. Cuando todavía era adolescente ingresó a la Escuela de Bellas Artes en Oaxaca y luego al Talles de la Gráfica Popular. En 1958 se mudó a la Ciudad de México para estudiar en la Escuela de Diseño y Artesanías. Después marchó a París, donde conoció a personajes de la talla de Rufino Tamayo, Jean Dubuffet, Paul Klee, Pieyre de Mandiargues y Octavio Paz.

A finales de los años 70 regresó a México, específicamente a Juchitán, el lugar donde nació, para crear todo un bestiario: peces, tortugas, iguanas, sapos, grillos, coyotes y liebres pintadas al óleo, modelados en barro o fabricados según alguna de sus múltiples formas. Francisco Toledo es un hombre introvertido que conserva su esencia oaxaqueña, la de su tierra y la de su gente, y la refleja en su vida diaria. Su aspecto desaliñado y su actitud relajada reflejan su sencillez; así se ha ganado el respeto de los intelectuales, pero sobre todo, de la gente que día a día lo observa andar las calles de la antigua Antequera.

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Pinceladas de viva voz Por Javier Marín

¿Qué disfruta Toledo cuando está trabajando?
A lo mejor hay algún momento del trabajo que disfruto, pero en general el trabajo no es un disfrute. A mí me cuesta mucho empezar a trabajar porque sé que me puedo estar metiendo en un molde donde me será muy difícil salir. Por mi inconformidad, por mi autocrítica, porque a veces siento que ya he hecho todo lo que tenía que hacer, siempre salen brincando los mismos chapulines, los mismos conejos. Trabajar no es ningún placer.
¿El artista goza de privilegios?
El privilegio del artista es que su trabajo vale mucho dinero...claro, el de ciertos artistas. Hay gente que trabaja ocho horas escarbando un hoyo en la tierra y no gana ni para comer todo el año.

¿Qué lo impulsa a crear?
Yo no creo en la inspiración repentina; lo único que me impulsa es el trabajo diario, permanente.

Si no fuera artista ¿a qué se dedicaría?
Alguna vez quise ser pescador, pero eso fue cuando no sabía que serlo era muy difícil. Luego quise sembrar la tierra, ser vendedor en una librería...

¿Qué vuelve universal al arte? La comercialización. Cuando un artista africano concibe una obra, quizás no la vea como arte. Se convierte en arte solo cuando la vende.

¿Qué encuentra Francisco Toledo en el arte oaxaqueño, más allá de lo mágico en que se lo suele encasillar?
No encuentro nada mágico en la pintura oaxaqueña; lo que encuentro bueno es buena pintura y eso va más allá de si es de corte político o mágico.

¿Es importante apoyar a los jóvenes artistas?
Algunas personas creen que ayudar a un artista joven es decirle que su trabajo no es bueno, para que así se esfuerce más y logre mejores resultados. Yo los motivo a todos, y cuando puedo, los ayudo.

¿Es cierto que se ha distanciado de la pintura?
Quizás usted lo dice porque dedico mucho tiempo a la promoción cultural, que no es pintar, pero sí es estar cerca la pintura. Quiero que haya más gente que se forme, que disfrute la pintura, el grabado, el dibujo. Me he ocupado también haciendo jardines, como El Pochote, que de alguna manera es como pintar.

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