El tamaño de la ausencia de Francisco Toledo en la escena cultural mexicana

El pintor, del que aún se desconocen las causas de su fallecimiento, era un referente de la cultura, no sólo en el país, sino también en el extranjero. Más que exponente, a Toledo se le puede considerar un guardián del quehacer artístico en todas sus expresiones y de sus instituciones, basta recordar que es creador del Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca.

Toledo fue la mente detrás de La Casa de Cultura de Juchitán y el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca, su amada tierra, en donde se reconoce siempre el mérito y la aportación que el artista le dio a niños y jóvenes al impulsar su interés por el arte, que es un motor para ayudar a la reconstrucción del tejido social tan lastimado en nuestro país.

Francisco Toledo llevó sus creaciones a Estados Unidos, Europa y, por supuesto, encontró las puertas abiertas en su propio país que lo laureó siempre. Sin embargo, “el maestro” nunca perdió su humildad y se le podía ver por las calles oaxaqueñas ayudando a niños a resolver las dudas que les surgían al leer sus libros de texto.

El oaxaqueño fue también amplio defensor de los derechos humanos y a su amparo las fronteras de las artes visuales, la literatura, el diseño, la artesanía, la arquitectura, la enseñanza, el activismo social y la ecología se diluyeron para confluir en su expresión artesanal, como se puede ver en uno de sus últimos trabajos en el estadio Alfredo Harp Helú, casa de Los Diablos Rojos de México.

Artista nato

Toledo inició sus estudios artísticos a los 14 años en el taller de grabado de Arturo García Bustos, para después continuar en el Taller de Grabado de la Escuela de Diseño y Artesanías del INBA. Ya para 1959 se internacionalizó y exhibió su trabajo en la Galería Antonio Souza y en el Fort Worth Center, en Texas.

En la década de los 60 viajó a París, donde profundizó sus técnicas de grabado y se empapó de la cultura francesa, con la que regresó a México en 1965 e incorporó todo lo aprendido a sus obras, siempre mantuvo la idea de que era un artista autónomo, aunque se le asociaba con la Generación de la Ruptura (1950).

"No soy adivino, pero creo que la realidad de este país no cambia (...) La realidad del país es cada vez más dramática", declaró el artista a la AFP, en agosto de 2017, al ser cuestionado sobre los horrores de la violencia criminal que golpea a México y que plasmó en muchas de sus obras.

Toledo era bien conocido también como luchador social y filántropo, así como por ser un gran artífice de la difusión del arte tradicional de su estado.

"Hizo de Oaxaca una de las capitales culturales no solo del país sino de todo el continente (...) fue el gran animador de la cultura oaxaqueña", dijo Nicolás Alvarado, promotor cultural a Foro TV.

"Francisco Toledo es un artista global (...) una figura de reconocimiento internacional", agregó.

En tanto, el gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, destacó en un mensaje de Twitter la "pasión" de Toledo por su tierra natal, así como "su espléndida calidad humana".

La familia pide respeto

A través de una comunicación en las redes sociales del maestro Toledo, el círculo cercano del pintor pidió respeto para este momento de dolor por el que atraviesan: “La familia Toledo comunica con profunda tristeza que el maestro ha fallecido. Pedimos respetar nuestro dolor, y la manera en que nuestro padre manejó su intimidad.

“Gracias por sus muestras de cariño y su comprensión”, terminó la misiva, en la que se anunció que a partir de las 23:30 horas de hoy en el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca se realizará una ofrenda abierta al público para quien desee rendir un homenaje a la labor y gran trabajo que Toledo hizo por el arte en México.