Fuentes reales aseguran que el príncipe William trató de hacer las paces llamando a su hermano menor, el príncipe Harry, para pedirle que se uniera a él en un paseo fuera del castillo de Windsor después de una llamada telefónica con su papá Carlos.
En una escena que evidentemente entusiasmó a los fans de la realeza, que habían acudido por centenares a las puertas de la finca de Windsor para llorar la muerte de la reina, Guillermo y Harry salieron caminando codo con codo con sus esposas Kate y Meghan.
Las dos parejas dieron un paseo de 40 minutos para inspeccionar las ofrendas florales colocadas ante las puertas de la finca real en honor a la muy querida monarca.

Los expertos predicen que el momento podría suponer un punto de inflexión en la deteriorada relación entre los recién nombrados príncipes de Gales y los Sussex, que han estado enfrentados tras una serie de controvertidas entrevistas de Harry y Meghan.
Los Sussex, con sede en Montecito, se encontraban en el Reino Unido en una pseudo gira real cuando la salud de la reina se deterioró repentinamente el pasado jueves.
Se cree que Meghan y Harry no habían hecho previamente ningún plan para reunirse con los galeses, a pesar de estar alojados en Frogmore Cottage, a sólo 700 metros de Adelaide Cottage, donde viven William y Kate.