La historia ha comprobado que, sin el peso de ser herederos al trono , pero con todos los privilegios, los hijos menores terminan por convertirse en “dolores de cabeza” para las casas reales. ¿Quiénes son candidatos a dar de qué hablar en unos años?
Sin el peso de ser herederos, ellos son los futuros 'rebeldes' de la realeza
Charlotte y Louis de Cambridge
Los hijos menores del príncipe William y Kate Middleton tienen 7 y 4 años, y no tendrán que preocuparse por la corona del Reino Unido, ya que su hermano mayor, el príncipe George, estará a cargo. Esto deja espacio para que la traviesa Charlotte –que ya ha recibido más de un regaño en público por sus berrinches y ocurrencias como sacarle la lengua a los fotógrafos– y el hiperactivo Louis , en un futuro probablemente convertidos en Princesa Real y duque de York, vivan una vida mucho más relajada, tal como sucedió con su abuelo, el príncipe Carlos, y sus hermanos menores Ana, Andrés y Eduardo, o con su padre y su tío, el príncipe Harry.
Alexia y Ariane de Holanda
Las dos hijas menores de Guillermo y Máxima de Holanda no llevan el título de princesa de Orange que corresponde solo a Catalina Amalia, su hermana mayor, pero no parecen sufrir mucho por ello. A diferencia de Amalia, siguiente en línea para ser reina y ya con ciertas responsabilidades reales, la princesa Alexia, de 16 años, vive en Gales, donde estudia en el mismo internado que la princesa Leonor, toca la guitarra, usa jeans rotos y tenis Nike. Ariane, de 14 años, es la consentida del rey de Holanda y seguramente seguirá los mismos pasos más relajados de Alexia.
Gabriella de Mónaco
La princesa Gabriella nació minutos antes que Jacques, su hermano gemelo, pero la ley en Mónaco da prioridad a los niños en la línea de sucesión. Aunque podría parecer mala suerte, no cargar con el peso del principado podría ser justo lo que la hija de Alberto y Charlene de Mónaco quiera cuando sea mayor. Su casa real tiene una historia de princesas rebeldes: su tía Estefanía se unió al circo y su tía Carolina se casó a los 21 años con un playboy que sus padres no aprobaban. La nieta de Grace Kelly, de sólo 7 años, ya muestra mucha personalidad y la belleza característica de las Grimaldi, por lo que no nos sorprenderá que herede también la rebeldía que corre en la familia.
Sverre Magnus de Noruega
El 'bebé' de la casa real de Noruega tiene ya 16 años y, comparado con su hermana mayor, la princesa heredera Ingrid Alexandra, muchas menos responsabilidades. En todo caso, se le ve mucho más desenfadado en el balcón del palacio, haciendo gestos para que sus primas se rían. En la familia de Sverre, tercero en la línea de sucesión al trono, ya existe una historia de 'rebeldía': su tía Marta Luisa, hermana de su padre, el príncipe Haakon, dejó sus obligaciones reales para convertirse en clarividente y vivir con el chamán Durek Verrett entre Europa y Estados Unidos.
Sofía de España
No es fácil ser la número dos –bastaría preguntarle a la princesa Margarita, hermana menor de la reina Isabel–, pero la infanta Sofía, la más chica de las hijas de los reyes de España, parece disfrutarlo. Si de entrada la reina Letizia es exigente, con Leonor, princesa de Asturias, lo es mucho más, dada su condición de heredera a la corona. Pero la infanta no será ‘libre’ del todo, pues siendo la única hermana de la futura reina, caerán sobre ella muchas labores representativas, algo así como lo que sucede con la princesa Ana de Inglaterra. Por lo pronto a Sofía, de 15 años, se le ve más relajada, más sonriente y menos tímida que su hermana mayor. Así que, de ‘segundona’, nada.
Isabella, Vincent y Josephine de Dinamarca
Los tres hijos menores de los príncipes herederos Federico y Mary de Dinamarca no tendrán nunca las obligaciones de Christian, su hermano de 16 años y segundo en la línea de sucesión. Aunque los gemelos Vincent y Josephine son aún muy apegados a sus padres y no tienen mas que caras angelicales que mostrar, los medios locales han captado uno que otro berrinche de Isabella, de 15 años, en eventos públicos. “Es una de las mujeres más independientes de la familia real. Siempre tiene una respuesta rápida a todo y no le tiene miedo a nada, aún cuando las cámaras apunten hacia ella”, contó el historiador real Oskar Aanmoen.