En efecto, en la pintura puede verse al príncipe y su esposa en una posición relajada, William usando un traje negro y Kate uno de sus vestidos más “exitosos”: el diseño “Falconetti” de The Vampire’s Wife, la marca de moda de la elite británica de la diseñadora Susie Cave, en color esmeralda.
Kate usó el vestido durante un viaje a Irlanda en 2020, haciendo honor al color que representa al país y ganando buenas críticas por ello. A juego, los zapatos “Hangisi” de Manolo Blahnik que Carrie Bradshaw hizo famosos en Sex and the City (aunque ella en color azul eléctrico), cuyo costo asciende a los 1,200 dólares.

La pintura tiene cierta dosis de simbolismo: William usa una corbata azul Cambridge como un guiño a su ducado, mientras que Kate, que a todas luces lleva un look moderno, lleva una pieza cargada de historia, el broche “Duquesa de Cambridge” que perteneció originalmente a la princesa Augusta, duquesa de Cambridge y nuera del rey Jorge III. Más adelante pasó a la princesa Mary Adelaide de Teck, bisabuela de Isabel II, quien lo heredó en 1953.
Tanto los aretes como el brazalete de diamantes son representativos de la princesa Diana, quien los recibió como regalo de bodas previo a su enlace con el príncipe Carlos en 1981.