La primera parada del rey, de 84 años, fue Sanxenxo, en Galicia, donde participó en una competencia de vela, una de sus actividades favoritas. Recibido entre vítores, por un lado, y manifestaciones, por el otro, la opinión pública quedó dividida con respecto al regreso del emérito, quien no dio ningún tipo de explicación al público relacionada con sus escándalos financieros.
Pero el ojo estaba puesto en el esperado encuentro de Juan Carlos y su hijo, el rey Felipe VI, –quien se distanció de él desde que comenzaron las acusaciones en su contra–, en el Palacio de la Zarzuela en Madrid, ciudad donde también hubo manifestaciones en contra.

No sólo estaría el actual rey de España, también se había confirmado la presencia de Sofía de Borbón, aún esposa del rey emérito –aunque viven separados desde hace un tiempo–, y de “algunos miembros de la familia”, se había revelado, aunque inicialmente no se había especificado quiénes.
Quedaba la duda de si estarían presentes Letizia y su hija menor, la infanta Sofía, dado que se sabe que la relación de la actual reina de España y su suegro no es la mejor.
“S.M. el Rey y don Juan Carlos han mantenido un tiempo amplio de conversación sobre cuestiones familiares así como sobre distintos acontecimientos y sus consecuencias en la sociedad española desde que el padre del Rey decidió trasladarse a Abu Dabi el 3 de agosto del año 2020”, detalla el comunicado oficial de la Casa Real.