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Charlène de Mónaco encuentra la solución para regresar al Principado

Luego de tres meses de ausencia por una infección otorrinolaringológica, la princesa consorte podrá estar de nuevo junto al príncipe Alberto II y sus hijos, Gabriella y Jacques.
sáb 31 julio 2021 08:18 PM
Charlène de Mónaco
La princesa consorte Charlène de Mónaco viajó a Sudáfrica para apoyar varias causas.

Hace tres meses se anunció que su alteza serenísima Charlène, princesa consorte de Mónaco viajaría su país natal, Sudáfrica, con el propósito de sumarse a los esfuerzos de protección de los rinocerontes, a través de la fundación que lleva su nombre, pero su estancia tuvo que ser prolongada.

Charlène ha visto el deterioro de su salud debido a una fuerte infección en nariz, oídos y garganta, algo que ha explicado en un sinnúmero de veces que le impide viajar para reunirse con su familia en Mónaco. Ahora, en entrevista con Mandy Wiener en Sudáfrica Radio 702, explicó que ya encontró la solución que le permitirá regresar al Principado.

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La princesa consorte explicó que se encuentra "bien", pero que aún debe someterse a otro procedimiento médico que podría ser la respuesta para regresar a Mónaco, aunque no será durante el verano. La mamá de los príncipes Gabriella y Jacques reveló que su ausencia podría extenderse hasta octubre.

"Se necesita tiempo para abordar el problema que estoy teniendo. No puedo forzar la curación, así que estaré en Sudáfrica hasta finales de octubre. Desafortunadamente tuve un problema en mis oídos y descubrí a través de los médicos que tenía una infección bastante grave", explicó Charlène, quien se supone sólo estaría 12 días en su país natal.

Ante los rumores de un inminente divorcio del príncipe Alberto II, su alteza serenísima explicó al canal sudafricano News2 por qué no ha podido reunirse con su esposo y sus hijos desde hace tres meses. De acuerdo con Charlène el origen de su padecimiento fue luego una intervención en la boca en la que le elevaron el seno maxilar.

Tras la cirugía viajó a Sudáfrica, donde comenzó a sentir un fortísimo dolor de oídos que hizo que consultara a un especialista, quien le hizo un diagnóstico en el que le prohibió subirse a un avión, la razón es porque la presión de sus oídos no se igualaría, lo que hace que no pueda soportar un vuelo por encima de los 20 mil pies de altura.

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Estos han sido tiempos complicados para la princesa consorte Charlène, quien no ha podido cumplir tampoco con su agenda oficial y no asistió al concierto de la Cruz Roja de Mónaco o la inauguración de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, a las que sí fue el príncipe Alberto II.

Los Juegos Olímpicos son importantes para ella; felicitó a la nadadora sudafricana Tatjana Schoenmaker por ganar el oro y batir el récord mundial, además, Charlène fue una deportista de élite y quedó en la quinta posición de la justa deportiva de Sídney, en 2000, con el equipo de natación de relevos de 4×100 metros.

La familia real ha estado pendiente de ella, a través de videoconferencias, y su alteza serenísima aceptó que "echo mucho de menos a mi marido y a mis hijos (…) Alberto es el principal pilar de mi vida y mi fuerza, sin su amor y apoyo no habría podido superar este momento tan doloroso".

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