Esta decisión no solo significó un gran cambio en la vida de Meghan y Harry , sino también dentro de la familia real. De acuerdo con el historiador Robert Lacey, el hijo menor de la princesa Diana y el príncipe Carlos siempre se sintió marginado por su papel de “repuesto” en la línea de sucesión al trono, un tema que ha afectado a varias generaciones de hermanos, incluyendo a la reina Isabel II y a su hermana, Margarita.

“Finalmente encontró una solución: esencialmente salir y comenzar una nueva vida. Permanecer en el sistema real es estar de acuerdo con la sumisión de aquellos de más alto rango que tú. Él ha afirmado su propia identidad”, indicó Lacey.
Así que la radical decisión de los duques de Sussex significó un nuevo comienzo, porque además de abandonar sus deberes reales, también comenzaron a trabajar por su parte y a hacerse independientes financieramente. “Siempre fue un sueño ser económicamente independientes y pagar su propio camino”, añadió la fuente cercana.