En cambio, la entonces princesa Isabel y heredera al trono británico prefería despertar a las 7:30 para tomar un baño. Mientras una de sus empleadas preparaba la tina con agua caliente, la reina tomaba el té y escuchaba las noticias de la BBC.

“Su empleada iba al baño para llenar la bañera, que siempre tenía que estar a la temperatura adecuada: para ello emplea un termómetro en un estuche de madera y se asegura de que no haya más de 17 centímetros de agua”, dijo el corresponsal de realeza Brian Honey al diario británico Daily Mail, hace unos años.
La familia real británica pone especial atención en la temperatura de su bañera, debido a que, en 1999, durante unas vacaciones en la isla de Mustique, la princesa Margarita quiso preparar su propio baño y se quemó los pies con el agua que estaba hirviendo, como consecuencia se apartó de los compromisos de su agenda y eso casi provoca que no asistiera a la boda de su sobrino, el príncipe Eduardo.