“El duque de Sussex hizo una contribución a la Subevención Soberana. Esta contribución, tal como la ofreció originalmente el príncipe Harry, ha cubierto completamente los costos de renovación necesarios de Frogmore Cottage, una propiedad de su majestad la reina, y seguirá siendo la residencia del duque y su familia en el Reino Unido”, dijo un portavoz de la pareja.
Aunque no se ha confirmado nada, todo apunta que Meghan y Harry lograron pagar las remodelaciones de Frogmore Cottage y la compra de su nueva mansión en Santa Barbara gracias al millonario contrato que firmaron con Netflix, noticia que se reveló la semana pasada gracias a un comunicado que enviaron ambas partes a la revista Variety.
Previo a que se anunciara oficialmente la incursión de los duques de Sussex en la producción , había muchas teorías y rumores sobre su futuro laboral que iban desde el regreso de Meghan a la actuación, hasta la creación de una marca comercial que ofreciera varios productos como tarjetas de cumpleaños, material didáctico, documentales, entre otros. Al mismo tiempo se enfrentaban al costeo de su seguridad privada, uno de los privilegios que perdieron cuando renunciaron a la familia real.