Sasha sostiene que la estilista se tomó como un ataque personal una publicación suya en la que compartía sus experiencias como víctima de discriminación en la industria en que ambas trabajan, y pedía también a todos sus seguidores y compañeros que utilizaran cualquier medio a su alcance para combatir el racismo de forma activa.
Según su versión de los hechos, Jessica se dio por aludida y eso dio pie a "una serie de comportamientos problemáticos y salidas de tono que finalmente alcanzaron su punto álgido el pasado miércoles". Tras intercambiar varios mensajes directos en los que Jessica le explicaba que había priorizado la promoción de su programa al activismo social en sus redes sociales, y que además le aterraba la idea de ser criticada si se pronunciaba acerca del movimiento 'Black Lives Matter', le envió uno en el que añadía:
"He hablado con varias compañías y personas acerca de la forma tan injusta en que me has tratado. Consideras que tu voz importa. Bueno, solo importa si la usas de manera amable y sin la intención de ridiculizar a otros que todavía están aprendiendo. Buena suerte".