De acuerdo con el periódico, Marie-Christine vive en Sequim, un pueblo estadounidense con menos de 7 mil habitantes ubicado en medio del desierto de Washington.
En el pasado, la princesa confesó que nunca se sintió cómoda con su papel dentro de la Casa Real y abogó por la abolición de la monarquía en Bélgica.

Esmeralda de Bélgica, hermana de la princesa, es la única que ha luchado por mantenerse en contacto con ella. “Marie-Christine no quiere mantener ningún contacto ni con la familia ni con los amigos del pasado. Es su elección. Dice que tiene una nueva vida. Me pone triste, pero respeto su decisión. Lo intenté durante 4 años, pero ella realmente no quiere y no puedo obligarla”, declaró.