Uno de los aspectos fundamentales de cualquier royal es conocer a varias personalidades que se conviertan en aliados para apoyar los temas que interesan a la familia real sueca; si para cualquiera recordar nombres y caras es un tema complicado, para Victoria esta tarea es casi imposible, ya que sufre de prosopagnosia o ceguera facial.

Este trastorno cognitivo le dificulta precisamente recordar caras y nombres de personas que le son cercanas e incluso la de su propia imagen, además, no se conoce una cura posible. La princesa no tiene en reparos de hablar acerca de esta complicación, como tampoco lo tuvo cuando padeció anorexia y de su dislexia, que comparte con su hermano.
En alguna ocasión la princesa Victoria aceptó que tiene que realizar “trabajo extra” para intentar recordar a la gente que colabora habitualmente con ella, entre los trucos que ella y otros que padecen prosopagnosia recurren, está en fijarse en una característica física determinada de las personas o su forma de caminar.