De acuerdo con el medio, la familia se hospedó en una villa privada, que los mantuvo alejados de los focos de atención. Gracias al gran dispositivo de seguridad a su alrededor, los duques de Sussex lograron mantener un hermetismo total, al grado de que, por ahora, no ha circulado ninguna fotografía de las vacaciones de los padres primerizos.
Después de casi una semana de descanso, la familia voló nuevamente en un avión privado a Londres, y de acuerdo con la revista People, desde hace unos días Meghan y Harry ya se encuentran en Balmoral junto a la reina Isabel II y el resto de la familia real.