La policía bloqueó el acceso a la calle de su domicilio parisino, en el número 4 de la rue de Tournon, cerca del Senado francés, mientras comenzaban a llegar los periodistas.
Apenas conocida la noticia, la Asamblea Nacional y el Senado registraron un minuto de silencio. Todo el arco político francés, hasta la ultraderechista Marine Le Pen, empezaba a rendir homenaje al expresidente.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, dijo encontrarse "conmovido y devastado" por la muerte del expresidente, a quien calificó de "gran estadista".
Dentro y fuera de Francia, Chirac será recordado por su firme oposición a la guerra de Irak de 2003, el reconocimiento de la responsabilidad francesa en los crímenes nazis o sus advertencias ante el cambio climático.
Chirac también fue el primer presidente de la V República francesa condenado por un escándalo de puestos de trabajo ficticios cuando era alcalde de París.