A poco más de un año de distancia de las elecciones de los Estados Unidos en 2020, en las que se elegirá al próximo presidente norteamericano, la expectativa por saber el nombre de la persona demócrata que competirá frente a Donald Trump es cada vez más grande frente a la posibilidad de que el actual mandatario se reelija por cuatro años más.

Sin embargo, se ha comenzado a especular sobre la participación de Ivanka en las elecciones, ya que el papel que ha jugado en el gobierno de su padre se ha convertido en el más relevante.
En primer lugar, en marzo de 2017 le fue acondicionada una oficina en el Ala Oeste de la Casa Blanca; en segundo, a pesar de no recibir un cheque por su trabajo, se convirtió en asesora permanente de la administración “trumpista”; en tercero, Donald Trump autorizó que a ella y su esposo Jared Kushner obtuvieran acceso a información clasificada y los secretos del gobierno con el argumento de que ambos interactuaban con otros líderes mundiales.