Desde los festivales en las ciudades y las increíbles vistas a los paisajes hasta los templos budistas y el arte, hay infinitas posibilidades de descubrimiento en este país. Además las transiciones estacionales en Japón se reflejan también en la parte gastronómica, que presenta shun-no-shokuzai (ingredientes estacionales).
Lo mejor de Japón: entre rascacielos y jardines zen
Tokio: mezcla perfecta de tradición y modernidad
En primer lugar, Tokio tiene algunos de los mejores restaurantes del mundo, desde lugares informales y rústicos como el mercado de Tsukiji hasta reconocidos puntos de omakase a nivel mundial. Un must en esta ciudad es pasar por el famoso cruce peatonal de Shibuya, que es una de las intersecciones más concurridas del mundo. Y porque en un viaje siempre hay tiempo para el shopping, Ginza es la opción ideal, conocido por sus boutiques de lujo y restaurantes gourmet. Si buscas un lugar pacífico para experimentar la espiritualidad japonesa, el Santuario Meiji en Shibuya, rodeado de un bosque tranquilo, es el espacio indicado a explorar.
Kioto y su impecable hospitalidad
Esta ciudad histórica es hogar de más de 3,000 templos budistas y santuarios sintoístas. Desde el magnífico Templo Kinkakuji (Pabellón Dorado) hasta el increíble Templo Kiyomizu-dera, hay una abundancia de monumentos extraordinarios perfectos para ser explorados. Además, existe la posibilidad de que te hospedes en uno de los hoteles más prestigiosos a nivel mundial: Four Seasons Kyoto. El lujoso hotel pone muchas de las atracciones clave de la ciudad al alcance de la mano. Cada temporada revela nuevas atracciones, y da un entorno incomparable para rituales culturales, experiencias de bienestar y culinarias.
Hokkaido florece (literal) en primavera
Los paseos primaverales en los campos de flores de Hokkaido ofrecen una experiencia única, especial y fragante en la isla más septentrional de Japón. Lugares como Furano, con sus icónicos campos de lavanda, y la granja Tomita, son especialmente populares. El Parque Takino Suzuran Hillside cerca de Sapporo y los jardines de Shikisai no Oka en Biei, también destacan por sus impresionantes paisajes gracias a que las flores brotan en diferentes tiempos a lo largo de la temporada, y crean un arte natural. Otra atracción es el Festival de Flores de Kamiyubetsu, que presenta más de un millón de tulipanes de 120 variedades diferentes. Aventúrate y pasea entre los coloridos campos, participa en talleres de artesanía floral y disfruta de la impresionante cocina local.
Nara tiene conexión directa con la naturaleza
Nara, una ciudad japonesa con una rica herencia cultural y belleza natural, es un destino imperdible. Destaca por el Parque de Nara, famoso por sus venados sika que los visitantes pueden alimentar. El Todai-ji, hogar del Daibutsu, y el Santuario Kasuga Taisha, conocido por sus linternas, son puntos clave. El Jardín Isuien ofrece tranquilidad con sus estanques y vegetación, mientras que el Monte Wakakusa, ideal para senderismo, alberga el festival Wakakusa Yamayaki. Nara combina historia, culturay naturaleza, y ofrece una experiencia única y memorable.
Las tres islas de arte
Las islas de pesca casi abandonadas en el Mar Interior de Seto, Naoshima, junto con Teshima e Inujima, fueron transformadas en "islas de arte" durante las últimas décadas. Museos y exposiciones de arte se pueden encontrar por todas partes en las islas, incluida la icónica escultura de calabaza amarilla de la reconocida Yayoi Kusama. El Proyecto de Casa de Arte renovó siete casas kominka en exhibiciones: el Museo de Arte Chichu del arquitecto Tadao Ando y el Museo Lee Ufan también son imperdibles.