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Así es un día del pug que apoya emocionalmente a médicos que combaten COVID-19

Quién platicó con la doctora Lucía Ledesma, encargada del área de neuropsicología del Centro Médico Nacional 20 de Noviembre y nos habló a detalle del innovador modelo de terapia asistida con perro.
mar 12 mayo 2020 01:44 PM
Harley, el tuerto
Harley, el tuerto

Hace una semana nos enteramos de que en el Centro Médico Nacional 20 de Noviembre están implementando una novedosa técnica de terapia asistida que busca salvaguardar la salud mental del equipo médico que desde hace poco más de 50 días combate la pandemia de coronavirus que estamos viviendo.

Su objetivo es dar respaldo emocional a médicos y enfermeras mediante la presencia de un simpático coterapeuta de características muy especiales, un pug llamado Harley, el tuerto que ha conquistado a todo el personal del hospital donde labora.

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Para hablar sobre la valiosa labor del can, así como del equipo de especialistas en psiquiatría que laboran en el hospital 20 de Noviembre, la doctora Lucía Ledesma, encargada de este novedoso programa, hasta ahora único en México, platicó con Quién sobre la importante labor de cuidado mental que realizan en este centro médico y nos contó cómo es un día en la vida de este singular coterapeuta.

Harley, el tuerto.
Harley, el tuerto.

La doctora explicó que este modelo es aplicado únicamente en el hospital 20 de Noviembre aunque existe el interés de reproducirlo en otros centros de atención a la salud. Lo cierto es que Harley no es ningún improvisado y dar terapias es algo para lo que se ha preparado prácticamente toda su vida (tres años), de hecho, en febrero de este año comenzó a diseñarse el plan emergente en el que se integraría la terapia asistida con este perrito, por lo que llevar el plan a otros hospitales sería un poco difícil en estos momentos, ya que no existen muchos animalitos entrenados para asistir a humanos y Harley no podría visitar todos los hospitales, pues sería muy desgastante para él.

Harley, el tuerto.
Harley, el tuerto.

“Harley es un perro afable, le gusta el contacto humano y de hecho lo busca, no se estresa con facilidad y le gusta recibir la atención que médicos y enfermeras le han dado en esta nueva etapa en la que él se integró”, comentó la doctora Ledesma.

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Pero, como era de esperarse, Harley tiene días perfectamente planeados y su rutina de trabajo incluye buenas dosis de juego y siesta para no exponerlo a una carga de estrés o a cualquier efecto negativo que pudiera causar un trabajo de esta naturaleza.

Harley tiene un breve paseo temprano y después va al hospital, a las 6:30 de la mañana, de hecho, pasa por diferentes áreas y llama la atención que nuestro coterapeuta se dirija al área de COVID-19, toma las medidas adecuadas y al ingresar con los médicos y enfermeros convive con ellos justo antes de que comiencen sus labores, pues comprobamos que es cuando el personal médico experimenta mayor tensión.

Harley, el tuerto.
Harley, el tuerto.

Al terminar, más o menos a mediodía, tiene otro paseo un poco más largo y tiene una sesión de juego con su hermano, Mayimba, el negro, aproximadamente a las seis de la tarde tiene su hora de comida y nuevamente un rato de juego, para finalmente descansar. En ocasiones sus horarios de recorrido en el hospital son diferentes, así que hay algunos ajustes, pero por lo general esa es su rutina”, explicó la doctora Lucía.

Sobre el recibimiento que ha tenido este peculiar modelo, la doctora encargada del área de neuropsicología del hospital explicó que ha sido tan exitoso que personal de otros departamentos dentro del centro médico buscan que Harley los visite.

“La verdad es que este programa superó por mucho nuestras expectativas, de hecho, doctores de otras áreas nos han escrito preguntando si es posible que Harley vaya a interactuar con ellos”, afirmó.

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La doctora Ledesma comentó que existen lineamientos especiales con los cuales cumple Harley para poder desempeñar su labor como coterapeuta, así como una colaboración en conjunto con sus veterinarios, por lo que es importante recalcar que no cualquier animal está capacitado para enfrentar una responsabilidad tan grande como es cuidar la salud mental de los médicos que están luchando contra el COVID-19 en la primera línea.

El modelo en el cual está inspirado el programa de protección de salud mental se remonta a un perro labrador que fue utilizado en la universidad de Denver.

Harley ha sido tan famoso en los últimos días que incluso tiene su propia página de Facebook y recientemente 'compartió' unos dibujos que unos niños mexicanos que radican en Londres hicieron para él.

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