La alopecia androgénica es considerada por la Organización Mundial de la Salud como una enfermedad común, caracterizada por la pérdida de pelo, y que se desarrolla por lo general alrededor de los 50 años, aunque esto puede variar entre distintos grupos étnicos, y afecta a un 50 por ciento de hombres y solo al 10 por ciento de las mujeres.
Cuando la alopecia afecta a las mujeres, la pérdida de pelo es difusa ya que no llega a perderse todo el pelo y, tal como lo expuso Jada Pinkett Smith al abordar su caso, se le caían “puñados de pelo en la regadera”.

Una variante que afecta mayormente a las mujeres es la alopecia fibrosante o frontal y, aunque no existen estudios concluyentes al respecto, se ha establecido que está relacionada con la menopausia y se extiende de la frente hacia la parte trasera de la cabeza.