Leonardo DiCaprio dará vida al controversial líder de culto, Jim Jones, quien es culpable de llevar al suicidio a más de 900 personas, incluidos niños.
El actor se encuentra en la fase final de su negociación con MGM para protagonizar y producir una película sobre el pastor y asesino en masa que organizó un suicidio colectivo en 1978.
Según informa Deadline, el intérprete de 47 años será el protagonista de la cinta escrita por Scott Rosenberg, en la que se narrará el origen de este famoso culto llamado "Templo del Pueblo de los Discípulos de Cristo" en Indianápolis, en 1955, y cómo fue creciendo hasta su terrible desenlace en 1978.
Además, será coproducida por el mismo DiCaprio y Jennifer Davisson por medio de su compañía cinematográfica Appian Way. A su vez, Rosenberg también será productor ejecutivo.
Hasta el momento, no se han dado a conocer el nombre de otros actores que formen parte del reparto o los detalles que contará la cinta, pero la historia de Jim Jones es muy conocida y es probable que todo se enfoque al fatídico día que las personas tomaron el veneno.
Esta no es la primera vez que se cuenta esta historia, la primera salió un año después del suceso con el título Guyana, el crimen del siglo y Stuart Whitman de protagonista. En 1980 se estrenó en televisión La tragedia de Guyana con Powers Boothe como el líder de la secta.
Jim Jones es el líder de una secta en los 70 y responsable del suicido colectivo de 918 personas, de los cuales 304 eran niños. En 1955 fundó en Indianápolis la secta Templo del Pueblo, quienes se reconocían como parte del socialismo cristiano, pero luego su líder comenzó a afirmar que él mismo era Dios y fue cuando esta pequeña comunidad fundó el Jonestown en Guyana.
Con el paso de los años, las creencias impartidas a sus feligreses se fueron radicalizando hasta que, en 1974, Jones emigró con su grupo de seguidores a Guyana, donde establecieron una comunidad en medio de la selva. Para entonces, él se auto proclamaba como Dios y tenía la sumisión de sus súbditos.
Tras empezar a ser vigilado por el gobierno estadounidense, que mandó una delegación para revisar las posibles violaciones de derechos humanos en ese lugar, Jones preparó un asesinato-suicidio colectivo al conseguir que los 918 integrantes de su culto tomaran una bebida mezclada con cianuro.
