Como explicó la pareja a través de un comunicado, la coyuntura sanitaria que atraviesa el planeta ha traído además una crisis económica de gran envergadura cuyo impacto, como suele ocurrir, afecta especialmente a las capas menos favorecidas de la sociedad, entre las que destaca una numerosa población joven sin recursos ni demasiadas expectativas para el futuro. Entre quienes se benefician del amparo de estas casas de acogida, se encuentran menores que han sufrido abusos físicos y psicológicos, así como otros que suelen ser atraídos por las mafias y otras organizaciones criminales.

"Covenant House proporciona amor, esperanza y estabilidad para esos jóvenes en riesgos que han padecido abusos físicos, emocionales y hasta sexuales. Sus trabajadores realizan una labor heroica. Y para nosotros, ayudar a Covenant House no es una cuestión de donaciones, sino de inversiones en la compasión y en la empatía, algo que el mundo necesita ahora más que nunca", asegura la pareja en la nota con la que ha dado a conocer su decisión.