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Murió la mujer que inspiró el personaje más icónico de Audrey Hepburn

Cuando Truman Capote creó a 'Holly Golightly' le rindió un tributo a la 'socialite' Marguerite Littman, amiga de la princesa Diana y referente para Elizabeth Taylor, que trascendió el 16 de octubre.
vie 30 octubre 2020 07:37 PM
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Curiosamente nada se sabe de si Marguerite Littman conoció alguna vez a Audrey Hepburn.

En la historia del cine, uno de los personajes que sigue provocando suspiros y un sinnúmero de selfies a las afueras de la joyería más representativa de Nueva York es el de Holly Golightly, encarnado por la también icónica Audrey Hepburn. Truman Capote no inventó al rol —fundamental en la cultura pop— de la nada, se inspiró en una mujer.

A los 90 años esa musa, Marguerite Littman murió, el pasado 16 de octubre, pero la noticia se supo hoy. La socialite deja una vida llena de emociones y también con el propósito de ayudar a otros, además de que fue amiga de la princesa Diana y le sirvió a Elizabeth Taylor como referencia para uno de sus papeles más representativos.

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Ella fue Marguerite Littman

La Holly Golightly de carne y hueso nació en Monroe, Louisiana, como parte de una de las familias de mayor tradición de la ciudad, pero pronto el sitio le quedó pequeño a Marguerite, quien se describía a sí misma como una "socialite en zigzag", que poco a poco alcanzó a subir los peldaños que la llevaron a lo más alto del jet set internacional.

Basta ver a quienes fueron su círculo más cercano: Elizabeth Taylor, Bianca Jagger, Andy Warhol, Rock Hudson y Truman Capote, quien le rindió un homenaje a través de su personaje protagónico en Breakfast At Tiffany's, Holly Golightly, a la que dotó de las principales características que vio en su amiga; pequeña, vivaz y encantadora.

Lord Palumbo
Lord Peter Palumbo también apoyó a Marguerite Littman en su cruzada a través de Aids Crisis Trust.

Littman nunca dejó atrás su acento sureño en su camino a encumbrarse en lo más alto de la sociedad, al contrario lo perfeccionó de tal forma que incluso Taylor fue su "mejor alumna" cuando intentó replicarlo para su rol de Maggie en una cinta que es parte de su legado actoral, Cat on a Hot Tin Roof.

A otra figura que conoció y con la que logró entablar una amistad fue nada menos que la princesa Diana de Gales, a ellas las unió su alto sentido de la filantropía e intercambiaban notas respecto a cuál de las dos lograba "llenar con más oxigeno a una habitación cuando entraba".

Sus amores

Para Marguerite la vida pasó entre su país natal, EE.UU., y su ciudad favorita de Europa, Londres, donde vivió durante 30 años, al lado de su tercer marido, Mark Littman. El patrimonio de la pareja incluía una casa en Brompton Square y luego una mansión en Chester Square, sede de sus eventos altruistas, al estilo sureño estadounidense.

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Su primer marido no fue menos interesante, era el subeditor de The New Yorker, Harry McNab Brown; pero su matrimonio terminó tres años después, debido a que él era propenso a beber en exceso y en una ocasión le apuntó con un arma cuando fue a su casa a recoger ropa.

Su homenaje a Rock Hudson

Marguerite fue tan cercana al galán de galanes de Hollywood, que lo cuidó cuando estaba en el umbral de la muerte a causa del SIDA en 1985 y tras su muerte por la enfermedad, la socialite no se quedó de brazos cruzados e ideó la forma de recaudar dinero para ayudar a quienes padecían el virus.

Diana And Littman Of Aids Crisis Trust
Marguerite Littman y la princesa Diana de Gales fueron grandes amigas.

Desde Londres envió cartas a 300 personas influyentes para pedirles su apoyo y como una "coleccionista de personas", como también se definía, no le costó trabajo que cada uno le diera 100 libras esterlinas para ser miembros fundadores del Aids Crisis Trust.

Seis meses después, tras pagar cinco libras esterlinas porque los contadores no le creían que no tuviera gastos administrativos, lanzó su máxima obra de vida con una subasta de gala en Christie's, a la que acudieron desde Boy George hasta la duquesa de York, pasando por David Hockney, y con la ayuda con fotos de David Bailey y Lord Snowdon.

Gracias a Aids Crisis Trust se acercó a Diana, quien la ayudó a organizar una subasta única: "Ella dijo: 'Tengo una idea maravillosa. Te voy a dar todos mis vestidos'. No sabía muy bien qué significaba eso. Pensé: 'Oh, Dios, ¿me visto tan mal?'", contó Littman, pero en realidad fue para realizar el evento, un mes antes de la muerte de Di.

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