Todo apunta a que la ruptura de Demi Lovato y Max Ehrich se verá marcada por un cruce de acusaciones que solo acabaría de empezar.
Este fin de semana el actor dejó claro que, en contra de lo que su chica había asegurado a través de terceras personas, que se han encargado de hablar con la prensa en su nombre, él no recibió ningún aviso de que la estrella del pop daba por cancelados sus planes de pasar por el altar e iba a compartir la noticia con el resto del mundo.
Estaba en el set de rodaje de mi nueva película, Southern Gospel, con el equipo y el reparto justo a mi lado, y ellos me vieron literalmente abrir el teléfono y después [la página web] de un tabloide. Esa es la pura verdad acerca de cómo me enteré de que el compromiso se había roto; la gente de la película vio cómo pasaba todo y me ayudó a volver a meterme en la piel de mi personaje para seguir trabajando", afirmó.
Aunque en esta ocasión dio más detalles, esta versión de los hechos coincide con la que había ofrecido el viernes, para salir al paso de los rumores acerca de su ruptura, que ya se daban por confirmados a pesar de que habían comenzado a circular hacía tan solo unas horas.
"Imagina que descubres cuál es el estatus de tu relación a través de un tabloide... mientras estás en medio del rodaje de una película biográfica sobre un pastor de una iglesia cristiana, cuya intención es ayudar a la gente...", lamentaba Max en un primer momento.
Demi, por su parte, se ha mantenido en silencio, pero varias fuentes supuestamente cercanas a ella han dado a entender que su ya exprometido estaba tratando de aprovecharse de su fama y que ese fue el verdadero motivo por el que le propuso matrimonio apenas un par de meses después de que comenzara su noviazgo.