Guillermo Arriaga ha estado nominado al Oscar en dos ocasiones, ambas por un proyecto dirigido por Alejandro González Iñárritu: Amores perros a Mejor Película Extranjera en 2000 y Babel a Mejor Guión en 2005.
Aunque la simbiosis director y guionista probó ser exitosa, no prosperó, pues la relación personal y laboral que tenían se dañó seriamente cuando terminaron el rodaje de Amores perros. Pese a que volvieron a trabajar juntos en sus siguientes dos películas, las cosas ya no fueron iguales.
En entrevista para la última edición de la revista Life&Style , el ganador del Premio Alfaguara por su novela Salvar el fuego habló sobre esta diferencia artística que marcó sus inicios como guionista.
"Toda la historia (de Amores Perros) es muy personal, contenía el nombre de mi perro, de mi mujer, de mi familia y de mis amigos. ¿Por qué es la película del director? ¿Tú me dijiste qué escribir o qué?
"Parte del pleito (con Iñárritu) fue porque algunas revistas empezaron a decir que este señor era el director de mis escritos y eso lo enfureció. Yo no demerito la aportación del director, es fundamental, pero no es como que fui su empleado. Trabajamos juntos, pero yo le di la sustancia para que la manipulara", expresó Guillermo.
Arriaga reveló en la edición septiembre-octubre de Life&Style que es agridulce recordar la noche del Oscar del año 2000, en la que dicha película estaba nominada.
"(Es) muy agridulce porque Alejandro y yo habíamos tenido un acuerdo de caballeros de que iba a ser una película de los dos y que íbamos a ir juntos a recoger todos los premios, pero ese pacto se derrumbó cuando salió la película. Sí me alegró que fuera nominada, aunque ese fue un momento muy agridulce", compartió el novelista.
Luego de esa decepción, el guionista e Iñárritu siguieron trabajando juntos en otros dos proyectos: 21 gramos y Babel. Arriaga contó por qué no cortó entonces el lazo con el director.
"(La relación) se derrumbó desde antes (de la noche del Oscar). Permanecimos más tiempo juntos sólo porque Alejandro me dijo: 'Mira, Keith Richards y Mick Jagger no se hablan, no tenemos ni que hablarnos, sólo trabajemos juntos'. Pero ya es una experiencia superada", compartió Guillermo.
Cuando Life&Style le cuestiona si existe la posibilidad de volver a hablar con Alejandro González Iñárritu, la respuesta del autor es categórica: "Jamás, jamás".
Al final, Guillermo Arriaga aprendió la lección y, dice, ahora es más feliz: "Hace mucho que pasó, tengo 13 años de no hablar con este hombre y no me interesa. No he visto sus películas, no me interesa nada de lo que haga o de lo que diga… ya no quiero ahondar en el tema. Acabo de ganar el Premio Alfaguara y me tiene muy feliz".
En 2007, luego de tres películas juntos, terminaron definitivamente sus colaboraciones. En esa época Arriaga reveló a la revista Proceso que cuando terminó el guión de Babel y se lo entregó a Iñárritu ya no formó parte del rodaje. Alejandro detalló a la misma revista que le hizo algunos cambios al guión.
"Guillermo es un escritor talentoso, pero una vez que tienes el guión, eres el capitán, tomas el barco para cruzar el océano y si no construiste bien el barco te vas a enfrentar a muchas cosas y por eso tienes que reajustar", dijo Iñárritu.
