Hay dos personas que, además de mis padres, han sido muy importantes para mí. El primero de ellos fue mi maestro de deportes en la secundaria, quien me ayudó a confiar en mí mismo, en quién soy y en lo que soy capaz de lograr.

El segundo es, sin lugar a dudas, Francisco Prieto, quien fue mi maestro en la Universidad y quien me dio un pensamiento crítico. Ellos dos han sido fundamentales. Ambas cualidades, la confianza y el criterio, han sido fundamentales en mi trayectoria.
También aprendo constantemente de mis hijos. Ellos ahora trabajan en su primer largometraje, el cual escribí y produciré. Mariana y Santiago son extremadamente talentosos, tienen ideas propias y muy firmes. Han crecido en los sets cinematográficos, han crecido en ferias de libro, en festivales de cine; tienen un sentido de la cultura y del rigor que me parece muy importante.