Los Alemán son la familia que Luis Miguel no pudo tener y que la vida le dio para compensarlo. Ya todos conocen la historia de este artista mexicano y entienden bien porqué lo decimos.
Seguro que si el destino le hubiera dado la posibilidad de elegir una dinámica familiar, Luis Miguel Gallego Basteri habría optado con los ojos cerrados por algo muy similar al calor de hogar del que goza este clan.
La dinastía Alemán cuenta con un peso importante en el mundo político y empresarial en México. La relación entre ellos y Micky viene de varias décadas atrás, concretamente en los ochenta y gracias a su amistad con Miguel Alemán Magnani, nieto del ex presidente Miguel Alemán Valdés (sexenio 1946-1952), hijo del Gobernador del estado de Veracruz (1998-2004) y su esposa, Christian Magnani, Miss Universo (1953).
Luis Miguel y Miguel se conocieron durante su adolescencia ya que por aquellos años los Alemán eran accionistas de Grupo Televisa y el cantante era uno de sus artistas más importantes. Ambos coincidían en los principales eventos de la televisora de San Ángel y tenían muchos amigos en común. Los dos eran asiduos a visitar el puerto de Acapulco “centro de operaciones” de los "niños bien" de nuestro país por aquellos años.
Los años se encargaron de afianzar esta amistad. Amigos iban y venían pero la relación con Miguel, se mantuvo intacta.
Como siempre sucede, el éxito atrajo a muchas personas a la vida del cantante, mientras todos ellos lo adulaban y se aprovechaban de él, Miguel siempre demostró fidelidad en todo momento, discreción a prueba de balas y una opinión honesta aunque a veces no fuera lo que la estrella quisiera escuchar. Además Alemán provenía de una familia poderosa, no necesitaba de viajes, ni parrandas gratis, lo tenía todo y podía ofrecerle lo más valioso; una amistad sincera.
También los padres de Miguel, don Miguel y Christian así como sus otras tres hijas, Karla Claudia y Mónica, lo quieren mucho. Todos suelen ir a verlo a sus conciertos además de invitarlo a muchas de sus reuniones familiares donde en ocasiones el cantante canta o saca a bailar a doña Christian, su mamá adoptiva.
Ellos le prestaron su rancho de San Miguel para hospedarse mientras grababa el video clip de su último disco México por Siempre (2017). Lo han animado, le han dado consejos e incluso le han pedido que integre alguna canción de su gusto en su repertorio discográfico.
La realidad es que sí le llevó serenata pero no con la intención de ganarse el corazón de la hija del príncipe Rainiero de Mónaco y Grace Kelly, sino más bien para hacerle un favor a su querido amigo, Alemán era quien quería enamorar a la princesa monegasca.
Los dos amigos no la tuvieron nada fácil pues uno de los guardaespaldas de la joven no dejaba que nadie se le acercara, ellos pensaron que así se manejaba la seguridad de una princesa. Nada más lejos de la realidad. A los pocos meses entendieron por qué tanto rigor en cuanto a su protección, aquel guardaespaldas no era otro que Daniel Ducruet, el amor en turno de Estefanía y del que quedó embarazada a los pocos meses de visitar México. Con Daniel la princesa se casó en 1995. Todo un escándalo.
Cuando de jóvenes trasnochaban en Acapulco, Miguel y Luis Miguel pasaban largas horas imaginándose cómo sería su futuro. Alemán siempre lo tuvo claro, quería formar una familia y convertirse en esposo y padre de varios niños. Micky admiraba justamente eso de él. El cantante respetaba mucho que a pesar de ser un hombre con grandes posibilidades económicas y pudiendo ambicionar grandes cosas materiales como negocios o incluso en la posibilidad de tener una carrera política con éxito garantizado, su amigo sólo tenía cabeza para una cosa: encontrar a una mujer con la que pudiera formar una familia como lo habían hecho sus padres.
Ese sueño lo pudo cumplir cuando se casó con Vanesa Serrano y tuvo tres hijos: Vanessa, Miguel y Daniel. Por desgracia la pareja se divorció hace un par de años y actualmente él sale con la periodista Jill Begovich.
Muy inspirado por ver la felicidad de su amigo y por única vez en su vida, Miguel decidió sentar cabeza con Araceli Arámbula. Cuando tuvo la oportunidad de tener sus propios hijos, quiso brindarle un sentido homenaje a su amigo nombrando a sus hijos como los de su amigo, sí, adivinaron, Miguel y Daniel.
Como ya todos hemos podido ver en la serie producida por Netflix, Luis Miguel ha vivido momentos realmente muy difíciles a lo largo de su vida. Muchas horas bajas, capítulos de su vida verdaderamente complicados que cuando su reducido grupo de amigos se percata de que no se encuentra bien, se llaman o envían mensajes entre ellos para ver qué pueden hacer para ayudarlo. Muchos incluso viajan expresamente a Los Ángeles, donde reside el cantante, para visitarlo o acompañarlo.
Sin embargo unos de los momentos más delicados los vivió entre los años 2015 y 2017, cuando tenía varias demandas en su contra y el cantante parecía no tener liquidez para finiquitarlas. La constante cancelación de conciertos, un problema de salud en el oído, así como los ataques de la prensa por su aumento de peso desembocaron en una fuerte crisis. Realmente el cantante la estaba pasando muy mal. Todos sus amigos más cercanos habían hecho las llamadas pertinentes con un "¿Qué hacemos?". Varios viajaron a Los Ángeles sin éxito alguno, fue entonces que comprendieron que necesitaban recurrir a la artillería pesada, sí, a Miguel Alemán.
El presidente de la línea aérea Interjet viajó de urgencia a Los Ángeles acompañado por un grupo de abogados para entender la situación judicial de su amigo y examinar posibles salidas. Puso a disposición de su amigo al reconocido abogado Rafael Heredia, el penalista que ayudó a José Antonio Zúñiga, principal personaje del documental Presunto Culpable.
Fue Miguel quien realmente rescató a Luis Miguel y nos devolvió nuevamente a la gran estrella que es y que nunca ha dejado de serlo: el artista más importante que ha tenido México.
Además de ir negociando cada una de las demandas e incluso poniendo de su bolsillo, lo ayudó anímicamente y le dio un ultimátum que no le dejaba opción: " o sales o sales".
Alemán Magnani se propuso sacar adelante a su gran amigo y no sólo lo logró sino que superó todas las expectativas.
El regreso de Luis Miguel se planeó el 6 de mayo del 2017 en el T-Mobile Arena de Las Vegas mientras Saúl El Canelo Álvarez se enfrentaba a Julio César Chávez Jr. Esa noche Alemán convenció al empresario regiomontano Carlos Bremer y a Carlos Slim Domit, presidente de América Móvil de invertir en este proyecto. Al parecer el negocio consistía en que cada uno de los tres pondría 5 millones de dólares a recuperar la inversión en menos de dos años más intereses 5% arriba de lo que podría dar cualquier fondo. Todo se depositó en un fideicomiso de 15 millones de dólares más tres millones del cantante.
El proyecto principal era una serie que contara la verdad sobre la vida Micky y lo colocara nuevamente en la cima con un disco de ranchero y giras. Sobra decir que fue una excelente inversión.
El argumento que usó el nieto del ex presidente de México para convencer al cantante fue que tarde o temprano alguien iba llevar su vida a la pantalla chica, qué mejor que él para cuidar su propia historia. Y Alemán hizo el milagro. Luis Miguel aceptó por primera vez abrirse de capa a su público contando de primera mano su historia, eso sí, con la condición que tanto él como su amigo supervisaran absolutamente todo, desde el guión hasta quién la produciría. Para ello crearon Gato Grande Produtions y fue Carla González Vargas la encargada de materializar Luis Miguel La Serie con un costo de 13 millones de dólares, uno por capítulo.
Luis Miguel estaba de vuelta y como siempre pasa con él, fue todo un éxito.
Como se mencionó al inicio de este artículo es cierto que los Alemán son la familia que la vida le regaló a Luis Miguel para recompensarlo, pero también es cierto que Luis Miguel es el hermano que Miguel no tuvo, de ahí que siempre esté pendiente de él.
