Así retoman sus vidas Alejandro Sanz y Raquel Perera después de su separación

Quizá los verdaderos problemas vendrá pronto, cuando Alejandro y Raquel tengan que dividir los bienes y empresas que tienen en común desde hace años. Recordemos que justo se conocieron porque ella, que estudió psicología, era su asistente personal.

Luego, cuando se casaron y por salud de la relación, ella dejó de llevarle la agenda y los pendientes para ser su esposa y madre de sus hijos de tiempo completo. Sin embargo, siguieron trabajando juntos en las empresas de Sanz, como Gazul Producciones, que administra los negocios del cantante.

De hecho, en esa compañía Raquel Perera no es sólo la presidenta del consejo de administración, sino también la apoderada, lo que significa que, hasta el momento, ella puede tomar las decisiones del rumbo que debe tomar la empresa.

La psicóloga se ha encargado también de otros negocios de Alejandro Sanz como sus marcas de ropa, por lo que deberán acordar muy bien quién se hará cargo de qué una vez que su matrimonio quede disuelto ante la ley.

Para que se entienda, por una parte, producen, diseñan y presentan conciertos; también se dedican a la “edición y distribución de publicaciones especializadas relacionadas con la música ligera”; también compran, venden, rentan, construyen y/o rehabilitan inmuebles, compran y venden productos alimenticios. Es decir, tienen todo un mundo de negocios cuyo futuro es incierto.

El otro problema de Sanz

Además de su divorcio con Raquel Perera, el cantante enfrenta la demanda de Rosa Lagarrige, quien fue su representante durante 25 años y quien le exige 9 millones de euros por incumplimiento de contrato.