Mantén una rutina
Lo primero y más importante para empezar tu camino por el cuidado de la piel es determinar qué tipo de piel tienes para que puedas elegir los productos adecuados para ti. Después necesitas cumplir con tres sencillos pasos: jabón facial, crema hidratante y protector solar. Una vez que tengas dominada esta rutina, podrás ir añadiendo otros productos como sueros con ácido hialurónico, aceites faciales y tónicos.

Conoce tu piel y determina tus necesidades
Además de definir tu tipo de piel , deberás conocer las texturas de productos que te gustan y los ingredientes que más te puedan ayudar a combatir tus necesidades. Los sueros y tónicos pueden ser de gran ayuda, pero no olvides también que las mascarillas y faciales son una gran opción para lucir una piel increíble.