¿Por qué el funeral de Benedicto XVI será un hecho inédito?
Menos autoridades, unas exequias presididas por un papa "reinante", poca representación política... estas son algunas de las claves de la despedida del pontífice emérito, que celebrará el papa Francisco mañana, jueves en la plaza de San Pedro.
Debido a que Benedicto XVI renunció en febrero de 2013 y a que sí hay un Papa en funciones: Francisco, será él quien se encargue, por primera vez en la historia, de oficiar el funeral de otro Papa.
No será un funeral de Estado
Benedicto XVI dejó de ser Jefe de la Iglesia católica y del Estado Vaticano tras su renuncia en febrero de 2013 y, por tanto, no se celebrará un funeral de Estado. Las únicas delegaciones oficialmente invitadas son las de Italia y Alemania, su país natal, mientras que el rito será muy similar al tradicional propio de los pontífices, pero con "adaptaciones".
Lo presidirá el Papa Francisco, aunque no es el primer Pontífice en llevar a cabo el funeral de otro Papa
La anomalía de tener a dos papas en el Vaticano ha supuesto que Francisco sea el encargado de oficiar las exequias de su predecesor, pero había un precedente histórico: en 1802, Pío VII celebró en la plaza San Pedro un funeral por Pio VI, cuyos restos llegaron a Roma desde Francia después de su muerte, tres años antes, como prisionero de Napoleón.

Sofía de España y Felipe de Bélgica entre los royals que estarán presentes
El Vaticano solo ha convocado a dos delegaciones de forma oficial, las de Italia y Alemania (el país natal de Joseph Ratzinger). El resto de autoridades acudirán a título personal, entre ellas la reina emérita de España, doña Sofía, y el rey Felipe de Bélgica. Portugal, Polonia, Eslovenia y Hungría enviarán a sus presidentes mientras que Francia y Colombia estarán representados por ministros.
Tampoco EE.UU. ha confirmado la presencia de un enviado de la Casa Blanca, a pesar de que Joe Biden es el segundo presidente católico en la historia del país.