Aunque no aclaró el porqué de su negativa de firmar el lábaro patrio, si dejó en claro varias cosas: "Creo que se salió un poco de contexto. La bandera, decidí no firmarla y después de eso, de verdad que no sabía que la tenía yo agarrada, según yo la tenía la persona que me la entregó, entonces no es que la tiré sino que la quise mover".
El jugador del LA Galaxy aceptó su pena porque la insignia cayera, "ni cuneta me di, estaba con todas las emociones, después de ese partido que no nos fue muy bien, como todos nosotros sabemos, esto es parte del trabajo… la profesión a la que me dedico y siempre voy a tratar de darlo todo por la gente".
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Chicharito aceptó que "hay veces que las emociones me ganan y no puedo estar al cien, aunque siempre trato de agradecerles", pero eso no significa que se pueda poner en duda su amor por México. "Mi familia sigue viviendo ahí, estoy eternamente agradecido con mi país", comentó.
Javier expresó que esta es su versión, sin importar lo que la gente pueda interpretar (como un posible resentimiento por no ser convocado una vez más para jugar con el Tri en el Mundial de Qatar). "No quiero que esto sea ahora un juicio o un cuestionamiento de mi patriotismo o el amor a México y a la gente, fue algo desafortunado", dijo.
