La entrevista con Sarmiento cumple ya 24 años de cuestionar y "desmenuzar" a los más poderosos y a los que toman las decisiones que definen el rumbo. Son casi 3,400 pláticas que se traducen en cientos de anécdotas, satisfacciones y uno que otro momento incómodo, pero que representan sólo la mitad de su trabajo.
Cuando este programa de entrevistas empezó, en TV Azteca, Sarmiento tenía ya 26 años de carrera periodística.
"Para mí La entrevista con Sarmiento ha sido algo que fue creciendo sin entender bien lo que estaba pasando. Cuando empezó no me di cuenta de que era un programa que iba a durar tanto tiempo porque tampoco entendía el impacto que podía llegar a tener", nos contó el periodista.
Según Sarmiento, el suyo era un trabajo normal, un programa de conversaciones sobre criterios políticos. Con el tiempo se dio cuenta de la relevancia que tomó al convertirse en un foro importante, sobre todo en tiempos electorales.
No tiene una entrevista favorita, pero acepta que hay algunas que lo han marcado, como la que le hizo al ex presidente Carlos Salinas en 1999, un año muy complicado para el país.
"Esa plática dejó una huella muy importante en el mundo político de ese momento. Recuerdo que Ernesto Zedillo, que era entonces el presidente, se sentía muy incómodo con la presencia de Salinas en México", comparte.
La del Dalai Lama es otra de sus consentidas, al igual que la que le hizo al filósofo Jostein Gaarder, autor de El mundo de Sofía. La plática con el español Fernando Savater y las dos que tuvo con el novelista José Saramago están también en su top.
Le preguntamos si lo han bateado a la hora de solicitar una entrevista y nos contó que sí y que no han sido pocas, pero que con la que se quedó con más ganas de realizar fue la de Fidel Castro.
"La pedí a la embajada muchas veces e incluso les dije que yo podía ir a Cuba a realizarla, pero aunque me dijeron que sí, nunca me dijeron cuándo, así que finalmente no se puedo realizar", recuerda.
"Siempre he sido crítico, desde que empecé hace ya 50 años", dice Sergio, quien a inicios de su carrera publicó una crónica sobre la manifestación del 10 de junio de 1971, la del Halconazo. Desde entonces ha criticado los gobiernos priistas, panistas y ahora al de Andrés Manuel López Obrador.
"Cuestioné severamente la lucha antidrogas de Felipe Calderón, quien incluso se molestó porque lo había entrevistado varias veces cuando fue presidente del PAN y después cuando fue secretario de Energía. Ya como presidente también lo entrevisté y se molestó mucho con mi crítica, así que lo dejé de ver durante su sexenio", revela.
Cuenta que también fue crítico con Enrique Peña Nieto, sobre todo con su reforma fiscal y la alza de impuestos. En cuando a López Obrador, sabe que éste se ha referido a él y a su trabajo en varias ocasiones, no siempre de forma halagadoras, pero no le molesta. "La razón de ser del periodismo político es ser crítico del gobierno".
Sobre las diferencias en el ejercicio periodístico con la alternancias políticas, nos cuenta que cuando empezó en 1971, en los tiempos de Luis Echeverría, se notaba una clara actitud de amedrentar al periodista crítico.
"Yo era un chamaco desconocido y alcancé a notar que la cosa no estaba fácil, pero con los años noté que empezamos a gozar de más libertades porque ya no hay una censura abierta y alguien que te diga que al presidente no se le puede criticar", menciona.
Asegura que hay líneas editoriales en las empresas de comunicación y que tenemos un presidente crítico de los medios críticos, pero que tampoco ha tomado medidas para censurar.
Sergio no siente que su salida de Radio Centro en junio de 2019 haya sido un caso de censura por parte del gobierno de López Obrador, más bien lo vio como una decisión de la empresa para acercase a la actual administración.
"Gente muy cercana al presidente me dijo que nunca pidió mi cabeza y eso lo entiendo, pero tan no fue censura que al día siguiente ya estaba yo trabajando en El Heraldo Radio", comparte.
Le preguntamos sobre lo que más le ha sorprendido en estos 50 años de periodista: ver a un Andrés Manuel López Obrador llegar por fin a la presidencia o verse en El Canal de las Estrellas.
"Es una muy buena pregunta (risas). Sabía que tarde o temprano Andrés Manuel iba a llegar a la presidencia, incluso insistí en entrevistarlo cuando aún estaba en la oposición, cuando decía que había un cerco informativo y lo hice. De hecho él agradeció que continué entrevistándolo tanto en radio como en televisión", menciona.
Sobre su "entrada" a Televisa dice que se dio de forma sorpresiva cuando Leopoldo Gómez, vicepresidente de Noticias de la empresa, le propuso sumarse al equipo de analistas de Tercer Grado. Le dijo que no podía dejar TV Azteca y Gómez le contestó que no había problema con eso.
"Le pedí permiso a Ricardo Salinas Pliego, quien la pensó y me dijo que mis opiniones eran importantes y por eso tenía medios distintos como periódicos y radio. Estar en Televisa me está permitiendo externar mi punto de vista porque finamente soy un periodista de opinión", finaliza.
