La princesa Marta Luisa de Noruega ha vuelto a estar en el ojo del huracán mediático, esta vez por una carta que, según algunos, refleja su aparente desconexión con la grave crisis que atraviesa la Casa Real noruega.
En un contexto de tensiones familiares y escándalos públicos, su carta ha generado debate sobre su relación con la monarquía.
En un contexto de tensiones familiares y escándalos públicos, su mensaje ha generado debate sobre su relación con la monarquía.
La carta en cuestión, publicada en sus redes sociales, expresa su gratitud hacia el chamán Durek Verrett, con celebra su primer aniversario de boda.
En su carta, Marta Luisa reconoce lo afortunada que es al estar casada con el polémico chamán.
"Wow, ya hace 1 año desde que nos casamos. Soy muy afortunada de tenerte en mi vida y recorrer este camino contigo. Crecemos juntos, reímos juntos, y siempre ves lo mejor de mí, recordándome quién realmente soy y sacando a relucir mi auténtico yo", compartió.
"Nos equilibramos uno al otro, nos apoyamos unos a otros y nos amamos incondicionalmente. Me abrazas todo y más. Tu luz interior me muestra el camino para evolucionar y me da el coraje de mantenerme alto ante la adversidad. Me levantas. Tu luz eclipsa todo lo que he conocido", agregó.
Por otra parte, agradeció al chamán por el trato que ofrece a sus hijas; Maud Angelica, Leah Isadora y Emma Tallulah, a quien tuvo con el fallecido escritor Ari Behn, de quien se divorció en
"Lo que más valoro es que amas a mis hijos como si fueran tuyos, y que entiendas que ellos son lo primero, y me amas aún más por ello. Eres un hombre valiente, vulnerable, fuerte, sabio, amoroso e increíblemente divertido", compartió.
No obstante, la ausencia de menciones a los desafíos que enfrenta la familia real ha sido interpretada por algunos como una muestra de indiferencia o falta de conciencia sobre la situación.
En contraste, otros defienden que Marta Luisa mantiene una postura respetuosa y distante, evitando involucrarse en los asuntos internos de la monarquía.
La estabilidad de la Casa Real noruega está siendo puesta a prueba en estos momentos críticos. Marius Borg, hijo de la Mette-Marit y el príncipe Haakon, herededos de la corona, quien enfrenta serias acusaciones legales que han generado un gran revuelo mediático y social.
Borg fue acusado de un total de 32 delitos, de entre los que destacan cuatro violaciones. Aunque su juicio está programado para el próximo mes de noviembre, se espera que sea un proceso judicial que acapare la atención del país, dada su estrecha relación con la familia real.
Por otro lado, la salud del rey Harald V también ha generado preocupación entre los noruegos y seguidores de la monarquía. El monarca, de 87 años, ha mostrado signos de deterioro físico en las últimas semanas, lo que ha llevado a la Casa Real a limitar su agenda pública y a priorizar su descanso y tratamiento médico.
Esta situación se suma a los rumores sobre el estado de salud de la princesa Mette-Marit, quien ha lidiado con problemas crónicos durante años. Estas circunstancias han alimentado la incertidumbre sobre el futuro de la corona noruega y han llevado a un debate público sobre la continuidad y fortaleza de la institución en tiempos difíciles.
