Mientras el príncipe William y Kate Middleton comienzan un nuevo capítulo en su nuevo hogar en el llamado Forest Lodge , en el corazón del Windsor Great Park, lo que debería ser un momento de estabilidad familiar se convirtió también en una fuente de polémica.
Nueva polémica: mudanza de William y Kate dejó sin casa a dos familias

La mudanza de William y Kate dejó sin casa a dos familias
Y es que, detrás del anuncio de esta mudanza, se esconde un detalle polémico: dos familias fueron forzadas a dejar sus viviendas cercanas para que la pareja real pudiera disfrutar de la tan deseada privacidad.
La nueva casa de William y Kate es una mansión georgiana de más de 300 años de antigüedad, valorada en hasta 21 millones de dólares. La propiedad pertenece a Crown Estate, la cartera de propiedades que administra bienes en nombre de la Corona.

Fue remodelada con fondos personales de la pareja. Sin embargo, la presencia de casas ocupadas muy cerca del nuevo hogar no encajaba con el nivel de privacidad que buscan los príncipes de Gales.
La solución fue sencilla para la realeza: los actuales inquilinos de dos cabañas vecinas fueron notificados de que debían dejar sus hogares.
De acuerdo con reportes de Daily Mail, la razón oficial del desalojo fue la privacidad y seguridad de la familia real. Aunque las familias no fueron desalojadas sin opciones y se les ofrecieron nuevas viviendas dentro del mismo complejo, el hecho ha generado incomodidad y ha sido tema de debate en los medios británicos.
William y Kate buscaban su hogar definitivo
William y Kate, padres de tres hijos, buscan con esta mudanza más que un cambio de residencia: quieren estabilidad emocional, privacidad y una vida más “normal” para George, Charlotte y Louis. Tras años viviendo entre Kensington Palace y Adelaide Cottage, Forest Lodge representa su decisión de echar raíces fuera del radar de Londres.
De acuerdo con el Daily Mail, la mudanza a esta propiedad de ocho habitaciones no es temporal. La pareja planea vivir allí de forma permanente: esta será su residencia final.

La intención es continuar viviendo en Forest Lodge incluso cuando William se convierta en rey, lo que lo posicionaría como el primer monarca británico en no vivir en un castillo o palacio tradicional tras asumir el trono.
Sin embargo, mientras los príncipes decoran sus nuevos espacios y se adaptan al ritmo campestre de Windsor, dos familias comunes deben rehacer sus vidas en otro punto del parque, sin más motivo que estar demasiado cerca de una familia real que, por más moderna que quiera parecer, sigue demostrando el peso de sus privilegios.