Sarah Ferguson y el príncipe Andrés se han ganado el título de los divorciados que mejor se llevan del Reino Unido por la cercana relación que tienen tras su separación.
Ninguno de los dos quiso dejar su casa en el Royal Lodge y ella ha sido uno de los mayores apoyos del duque de York durante su caída en desgracia por su amistad con Jeffrey Epstein y la demanda por abusos sexuales que interpuso en su contra Virginia Giuffre, quien terminó por cerrar el tema a través de un acuerdo extrajudicial.