Meghan y Harry bautizaron a su hija menor Lilibet el pasado viernes en la más estricta intimidad en su casa de Montecito, en California. El portavoz de la pareja confirmó la noticia en un comunicado a la revista People en el que reveló que el arzobispo de Los Ángeles, el reverendo John Taylor, se encargó de oficiar la ceremonia religiosa.
Harry y Meghan sí invitaron a Carlos y Camila al bautizo de Lilibet
La lista de invitados fue bastante reducida: solo estuvieron presentes unas 20 o 30 personas entre las que se encontraban la mamá de Meghan, Doria Ragland, y el padrino de Lilibet, el actor Tyler Perry, que se convirtió en uno de los grandes apoyos de la pareja tras su salida de la monarquía británica y su mudanza a Estados Unidos al ofrecerles una de sus mansiones para que se quedaran allí todo el tiempo que quisieran a pesar de que nunca se habían conocido en persona.
Por el momento se desconoce quién fue la madrina, pero sí se sabe que tanto el rey Carlos III, abuelo de la pequeña, como su esposa Camila estaban invitados al evento, aunque finalmente no asistieron por motivos que no han sido confirmado por ninguna de las dos partes.
Su ausencia no acabó con el festejo; Tyler Perry se encargó de ello al aparecer con un coro de gospel de diez personas que interpretó las canciones 'Oh Happy Day' y 'This Little Light of Mine', que también sonó en la boda de Harry y Meghan.