Debieron pasar tres días enteros de carreras y varias especulaciones alrededor de su asistencia para que, finalmente, los duques de Cambridge llegaran a las carreras de Royal Ascot.
El evento ha generado especial expectación porque fue suspendido por dos años debido a la pandemia, así que tanto royals como la aristocracia inglesa estaban más que listos para regresar al circuito de Ascot, a pocos minutos del castillo de Windsor.
Hablando de Windsor, la reina Isabel II aún no hace acto de presencia y no se sabe si lo hará mañana, el día del cierre del evento. De hacerlo, no podrá hacer la tradicional procesión en carruaje que abre la jornada, sino que, por sus problemas de movilidad, debería hacerlo en un coche común y corriente. Es un sacrificio que, según se ha reportado, la monarca de 96 años estaría dispuesta a hacer con tal de estar en uno de sus eventos favoritos del año.
A falta de Isabel II, fueron los duques de Cambridge quienes robaron todas las miradas durante la procesión real. Kate, espectacular en un vestido de polka dots de Alessandra Rich, cumplió al pie de la letra con las estrictas reglas de vestimenta del evento al igual que William, impecable en un ‘morning suit’ negro con corbata en tonos azules.
Los fanáticos de la princesa Diana estarán complacidos, pues Kate Middleton le rindió homenaje al usar los aretes de perla y diamantes que la princesa de Gales llevó varias veces en los 90: lucieron al máximo gracias al peinado recogido. Un look que recuerda al de Lady Di precisamente en Ascot, en 1988.
El lipstick coral le dio un toque de color al look, que mantuvo sobrio con un sombrero café con detalles florales de Sally-Ann Provan.
En el carruaje detrás de los duques iba Peter Phillips y su nueva novia, la millonaria Lindsay Wallace, a quien ‘presentó’ públicamente por primera vez durante los recientes festejos del Jubileo.
Uno de los ‘retos’ más grandes del día será el clima: hoy es el día más cálido en Inglaterra en todo el año, y se espera que las temperaturas lleguen a los 35 grados. Tal vez eso haya impedido que Isabel II se presentara hoy, aunque mañana queda una última oportunidad.