Solía ser tradición que, cuando un miembro senior de la familia real cumplía años, repicaban las campanas de la Abadía de Westminster, en el centro de Londres, en honor a el o la festejada. Este año, que marca la llegada a los 40 de la duquesa de Cambridge, no hubo tal celebración.
La razón tiene que ver con la situación financiera por la que pasa Westminster.
“En coordinación con Buckingham Palace y debido a los retos financieros que enfrenta la Abadía por la pandemia del Covid-19, las campanas sonarán ahora sólo en los cumpleaños de Su Majestad la Reina y Su Alteza Real el Príncipe de Gales”, indicó un representante de la Abadía.
Previo al 2020, eran 12 los miembros de la familia real quienes recibían esta particular felicitación: la reina y sus cuatro hijos, los príncipes Carlos, Ana, Andrés y Eduardo, al igual que Camila, duquesa de Cornwall, el príncipe William, Kate Middleton y sus tres hijos: George, Charlotte y Louis.
La última vez que Kate recibió este honor fue en 2020, cuando cumplió 38 años. Pero la duquesa no se quedó sin la felicitación de la Abadía, aunque fuera por otra vía. En su cuenta de Twitter, escribieron, “Deseamos un muy feliz cumpleaños a la duquesa de Cambridge hoy”, mensaje acompañado de una fotografía de Kate llegando al concierto de Navidad del que fue anfitriona en diciembre, precisamente en dicha iglesia.
La abadía, que no recibe recursos públicos y sus ingresos provienen de las entradas que pagan sus visitantes –las cuales han disminuido considerablemente desde el inicio de la pandemia– es un importante recinto en la historia de Kate Middleton, pues fue ahí donde se casó con el príncipe William el 29 de abril de 2011.