El miércoles pasado, el helicoptero Sikorsky S-76 de la reina Isabel II tuvo que aterrizar minutos después de haber despegado del aeropuerto de Newcastle debido a una inusual falla técnica, reportó el diario The Sun.
Se dirigía al Castillo de Balmoral, donde debía recoger a la hija de la reina, la princesa Ana, pero el viaje de 322 kilómetros tuvo que cancelarse para que la aeronave pudiera ser revisada por mecánicos.
Debido a que la princesa tenía tres compromisos aquel día en Oban, ciudad turística en Escocia, se tuvo que buscar una segunda opción para Ana. “Afortunadamente, hubo mucho tiempo para encontrar arreglos de viaje alternativos", un informante aseguró al medio.
Además, también aseguró que ningún miembro de la familia real británica iba a bordo del helicóptero cuando surgió la falla.
Dicho helicóptero es usado por la mayoría de los miembros de la familia, pero también hay otra nave similar que rentan de vez en cuando.
En el último reporte financiero presentado por la Casa Real, que va de abril de 2020 a marzo de 2021, se detalló que en ese periodo se hicieron 47 viajes en total, y que no costaron más de 15 mil libras (416 mil pesos) cada uno.
Es así que la suma total del uso de helicópteros durante un año, el propio o el rentado, fue de 669 mil 149 libras (18 millones 523 mil pesos), se lee en el informe.
Actualmente, Isabel II se encuentra en Balmoral, donde siempre pasa sus vacaciones de verano, pero será en las próximas semanas que retome sus actividades. De hecho, se espera que el 2 de octubre sea su primera aparición pública oficial durante la apertura de la nueva sesión del Parlamento de Escocia, a donde acudirá acompañada de su heredero, el príncipe Carlos.
Más adelante, será su hija Ana quien la acompañe, pero en la Abadía de Westminster con motivo del centenario de la Legión Real Británica.
