De acuerdo con el portal español 'Vanitatis', Julio vivió varios años en los Países Bajos, donde trabajaba para Transvia, una compañía de vuelos regulares. En 2006 inició la investigación sobre una posible vinculación con los crímenes de la dictadura, con testimonios de compañeros que aseguraron que el hombre presumía de haber participado en los 'vuelos de la muerte'.

Tras la investigación, las autoridades comenzaron a buscarlo y lo detuvieron gracias a su colaboración con la Eurojust, una agencia europea que facilita la colaboración entre países en este tipo de situaciones. En 2008, Argentina solicitó su extradición y finalmente fue detenido en Valencia y un año después trasladado a su país natal.
A partir de entonces se abrió un largo proceso judicial que terminó en su ingreso a la cárcel. Pero en 2017 fue declarado inocente. En un resultado judicial aparte, el gobierno de Holanda fue acusado de algunas irregularidades en el proceso de detención y extradición, por lo que se inició una investigación independiente. En el informe se habla de una supuesta implicación de Máxima .