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El acto de rebeldía de la princesa Noruega para casarse con el amor de su vida

Astrid de Noruega, la hermana del rey Harald de Noruega protagonizó un acto de rebeldía ante su familia para poder casarse.
mié 13 enero 2021 04:36 PM
Princesa Astrid y el rey Harald
Princesa Astrid y el rey Harald.

En 1954, tras el fallecimiento de la reina Marta a causa de cáncer , Astrid de Noruega se convirtió en la entonces primera dama al acompañar a su papá, el rey Olav V, en algunos actos oficiales. A pesar de su privilegiada posición dentro de la familia real, el día que la princesa quiso casarse y hacer su propia vida la situación no fue nada fácil.

Las complicaciones iniciaron cuando Astrid dejó entrever su deseo de casarse con Johan Martin Ferner, el hijo del propietario de uno de los almacenes más grandes de Oslo, alguien de un estatus distinto al de la princesa, por lo que no era bien vista su relación.

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Uun día, Johan se cansó de esperar la aprobación del rey Olav y se mudó a Londres, donde trabajó en los almacenes Harrods. Durante ese periodo ganó una medalla en los Juegos Olímpicos de Helsinki, en 1952. Además, se casó con otra mujer de quien se divorció tres años después sin haber tenido hijos. Poco después, regresó a Noruega donde se reencontró con la princesa Astrid.

Para entonces, las cosas eran menos fáciles que en el pasado, ya que además de su condición de plebeyo ahora era un hombre divorciado. Ni siquiera la historia de la princesa Ragnhild, la otra hermana del rey Harald , quien se convirtió en la primera royal europea en contraer matrimonio con un plebeyo, ayudó a que la relación de Johan y Astrid fuera mejor aceptada.

La oposición a la que se enfrentaba la pareja no solo venia de parte del rey Olav, sino también del pueblo, quien tenía un gran cariño por la princesa.

Johan y Astrid se salieron con la suya y pudieron llegar al altar solo cuando ella se puso en huelga. Amenazó con no volver a cumplir con los compromisos reales hasta que su papá aprobara el matrimonio.

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Finalmente, el rey dio su aprobación y la pareja se dio el ‘Sí, acepto’ en 1961. Pese a contar con el respaldo del rey, el obispo de Oslo se negó a casarlos y la boda fue un escándalo en el país.

Princesa Astrid y Johan Martin Ferner
Princesa Astrid y su esposo, Johan Martin Ferner.

A diferencia de su hermana, la princesa Ragnhild, a quien retiraron de la asignación estatal por casarse con un plebeyo, Astrid no fue castigada tan duramente por casarse por amor, pero sí perdió el tratamiento de Alteza Real, un precio que pagó durante más de cinco décadas hasta el fallecimiento de su esposo en 2015.

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