En el documento también se señaló que la decisión de la royal couple se había llevado de la manera más amistosa, además se aclaró que en ese momento Carlos y Diana seguirían involucrados en la educación de sus dos hijos, el príncipe William y el príncipe Harry, quienes en ese entonces estudiaban en el internado de Eton.

Aunque se trataba de una simple separación, en realidad era importante comunicarlo cuanto antes a la nación, al grado de que el primer ministro tuvo que cancelar una reunión importante con Jacques Delors, el entonces presidente de la Comisión Europea, para poder asistir a Westminster y leer el anuncio emitido por Buckigham.
La noticia causó gran revuelo en el Parlamento, aunque para entonces ya era un rumor que sonaba muy fuerte en la familia real luego de la publicación de la biografía de la princesa, Diana: su verdadera historia, escrita por Andrew Morton, en la que dejó claro que no llevaba un matrimonio precisamente feliz.