El labrador negro se integró a la entonces pequeña familia de Meghan y Harry poco después de su boda real , en mayo de 2018. El cachorro fue llamado así por la moneda de Botswana, lugar donde Meghan y Harry tuvieron aparentemente su tercera cita. Pula, significa lluvia en Setswana, y debido a que es escasa se le considera valiosa, por eso se le llamó así a la moneda.

Después de celebrar el cumpleaños 36 de Meghan en Botswana, la royal couple regresó a este destino para trabajar con la iniciativa de conservación de la vida de Elefantes sin fronteras. De hecho, según el propio Harry en la entrevista que dio a la BBC para anunciar su compromiso con la ex actriz, este viaje marcó un antes y un después en su relación amorosa con ella.
“Pensé en tres, tal vez cuatro semanas [después de su primera cita] que logré convencerla de que fuera conmigo a Botswana. Y nosotros, acampamos junto bajo las estrellas, ella vino y se unió a mí durante cinco días, lo cual fue absolutamente fantástico”, dijo durante la entrevista en noviembre de 2017.