Por el momento, todo apunta a que la nieta de la reina Isabel tendrá que 'conformarse' con una fiesta de compromiso bastante más discreta que las que organizaron en su momento para sus otros primos 'royals', en vista de que la fecha inicial que se había fijado para el evento se ha aplazado con la esperanza de que no trascienda y se pueda evitar el previsible alboroto mediático si finalmente Andrés hiciera acto de presencia.
Sin embargo, no parece que Beatriz se vaya a encontrar en la misma situación que la duquesa de Sussex Meghan Markle: compuesta y sin padrino que la lleve al altar.
Varias fuentes han asegurado en los últimos días a los diarios británicos que el duque de York no piensa renunciar a jugar un papel de peso en el gran día de su hija.

Además, un informante ha confirmado al portal Entertainment tonight que en el seno de la monarquía británica todos desean que la joven pueda disfrutar de "la boda que se merece", lo que implicaría contar con sus dos progenitores a su lado.
El año pasado, la actual esposa del príncipe Harry tuvo que pedirle a su futuro suegro, el príncipe de Gales, que la escoltara en el tramo final de su entrada en la capilla St. George del castillo de Windsor después de que su propio padre, Thomas Markle, decidiera no asistir al enlace tras la polémica que se había organizado en torno a unos posados que había orquestado para vender esas fotos a los paparazzi.