Mención aparte son los outfits elegidos para este evento de etiqueta que al final ha resultado toda una pasarela así como un inevitable duelo de estilo en donde la princesa Mary de Dinamarca y Letizia de España quedaron como las dos grandes finalistas.
Alta costura de sangre azul
La gran protagonista de la noche fue la flamante emperatriz Masako, quien eligió un vestido blanco en seda con manga corta y un elaborado cuello de volantes en forma de rosa. El blanco es el color fetiche de la esposa de Naruhito.

Matilde de Bélgica es otra reina con un estilo muy clásico que casi no apuesta por las tendencias. En esta ocasión eligió para la noche un vestido dorado de encaje y cristales bordados con escote cuadrado y mangas largas a juego con una bolsa del mismo material que sus zapatos. Lució una de sus tiaras más discretas y aunque su escote se prestaba para una espectacular gargantilla, la evitó. Como accesorios, solo llevó pulsera y pendientes de diamantes.
